The autumn is close to the end, the winter is coming, and we can touch with our hands the Kili chanlenge. Now it is necessary to increase the preparation, to continue walking and nothing better than to look for the autumn colors in one of the beech forest close to Madrid. This time I have chosen the beech forest called “La Pedrosa” (In the same place that I did my first half Ironman) as the area for training and to enjoy the nature.

Queda poco para la llegada del invierno y aún es posible disfrutar del festival de colores que nos ofrece el otoño, especialmente en un bosque de hayas. Situado a poco kilómetros de Riaza, concretamente en Riofrío de Riaza, donde realicé mi primer medio Ironman, se encuentra el hayedo de La Pedrosa, a los pies del puerto de La Quesera, puerto que nos da la posibilidad de regresar a Madrid por la provincia de Guadalajara recorriendo los pueblos Negros.

Se trata de una ruta de unos 12 km, marcada con señales azules, y con casi 800m de desnivel; es una ruta sencilla y con variadas vistas. A ratos el sonido del agua nos acompaña, en otras ocasiones es algún pajarillo el que quiere participar en la ruta, el ascenso es sencillo y rápido, hasta llegar a una especie de farallones de roca que se alzan sobre una ladera. Desde aquí las vistas son espectaculares, con la visión de todo el hayedo, de los pueblos colindantes y de la planicie castellana. Queda el último esfuerzo hasta la cima, una subida directa que en un abrir y cerrar de ojos nos ha puesto en un techo plagado de nubes que, inicialmente, no nos permite disfrutar las vistas, especialmente del lado de Guadalajara, vistas que podremos disfrutar posteriormente en el regreso a casa; y también finalmente desde las alturas, pues las nubes se retirarán para permitirnos observar el paisaje.

Una vez alcanzada la cumbre el descenso es sencillo, aunque hay que localizar dos desvíos que quedan parcialmente ocultos a la vista. Pero en breve se llega al embalse de Riofrío con sus aguas cristalinas. Han sido poco más de tres horas (5h si caminas a ritmo “normal”), a buen ritmo, con variedad de colores y paisajes. Sin duda un recorrido recomendable y que seguro repetiré.