Día 5

Habitualmente la ascensión final se inicia antes de la medianoche, con el objetivo de llegar a la cima al amanecer. En nuestro caso, al haber llegado un día antes a Kibo Hut, nuestro guía Whitey decide que hagamos la ascensión de día, comenzando a las 7 de la mañana, lo que supone que tenemos luz desde el principio y la temperatura no sea excesivamente fría. Aun así, la ascensión es tremendamente lenta y difícil. El cansancio acumulado y sobre todo la altura a la que estamos hace que la respiración sea más difícil y cada paso cueste mucho más de lo habitual e incluso aparezcan síntomas como falta de apetito, dolores de cabeza, ligeros mareos o vómitos. Siguiendo la estrategia de “Pole Pole” ascendemos muy lentamente y nos mantenemos juntos todo el equipo, ayudándonos unos a otros. De esta forma llegamos a Gilman’s Point (5685m), al borde del cráter. Desde este punto las vistas son maravillosas, se ve el cráter, mucha nieve, glaciares y a lo lejos la señal de la cima, para la que solo faltan unos 200 metros de ascensión vertical. Continuamos andando entre la nieve, bordeando el cráter hasta Stella Point (5756m) y finalmente a Uhuru Peak, a 5895m, cima del Kilimanjaro y techo de África. A pesar del cansancio y el frío, la sensación es de felicidad y de logro conseguido, puesto que todos los compañeros de Autovista llegamos juntos a la cima y nos hacemos una foto que nunca olvidaremos:

Sin apenas tiempo para descansar o disfrutar del momento, nos piden que iniciemos el descenso lo antes posible. Queda poco para que anochezca y la bajada no es fácil. El primer tramo es peligroso y hay que prestar atención para no resbalar entre la nieve. A partir de Gilman’s Point el descenso es prácticamente en línea recta, por un terreno de tierra y grava que permite bajar deslizando. Durante la bajada el grupo se separa y cada uno de nosotros cuenta con la ayuda de un guía o porteador. Cae la noche y tenemos que usar frontales para alumbrar el camino. Después de más de 13 horas desde la salida, volvemos al campamento, donde nos esperan con bebida y comida caliente y felicitaciones por el éxito logrado. Al cabo de unos minutos todo el equipo regresa sano al campamento y sin ningún incidente y por fin podemos descansar tranquilamente. Ha sido un día realmente duro, pero que nunca olvidaremos.

Día 6

Para el descenso vamos a hacer una ruta diferente, llamada Marangu Route. El día de hoy se supone fácil, abandonamos Kibo Hut después de dos noches y solo hay que bajar hasta Horombo Hut a unos 3700m, es decir unos 1000m de desnivel negativo, en unas 3 horas. Normalmente este tramo se hace el mismo día después de bajar de Uhuru Peak, tras un par de horas de descanso en Kibo Hut. Por suerte, al contar con una noche extra de descanso, se hace mucho más asequible el descenso y llegamos pronto a Horombo Hut, donde nos encontramos con más escaladores. Se nota que es una ruta más frecuentada y que se usa tanto para subir como para bajar (La ruta Rongai era sólo de ascensión). Empleamos el resto del día para descansar, porque mañana nos espera otro día largo.

Día 7

Último día de ruta. Recogemos por última vez nuestras bolsas y tiendas de campaña y tenemos el último desayuno juntos en la montaña. Nuestros amigos tanzanos nos cantan varias canciones y bailamos todos juntos y nos despedimos entre abrazos y sonrisas. Los sentimientos son contradictorios, por un lado tenemos ganas de descansar, volver al hotel y disfrutar de una buena ducha y una cama cómoda. Pero por otro no queremos que se termine la aventura, sabemos que lo vamos a echar de menos.

Salimos de Horombo Hut a unos 3700m hasta Marangu Gate a 1860m, andando durante más de 19 kms y unas seis horas. En este tiempo pasamos por zonas de vegetación muy diferente, desde una zona casi desértica hasta el bosque de la zona inferior. La belleza del paisaje y la alegría de ver el final del camino, hace que este último día disfrutemos mucho del descenso y el grupo camine contento. En la puerta del parque nos espera el autobús de vuelta al hotel y al mundo civilizado, nuestro Kilimanjaro Challenge se ha terminado, pero nunca lo olvidaremos.