The hidden Spain. We have another Spain, this is formed by many areas unknown not only by foreigners but in many cases also for Spanish people. They are areas with small villages, many times with a population of 10 people, the majority of times with less than 100 people and many times the village is deserted. They were abandoned because they are in the middle of nothing, in the middle of forest, mountains or areas that are very cold during the winter and they are too warm during the summer. They don’t have telephone net for cellular, many times you will not find Internet… but they are nice, they have awesome views, unbelievable routes, and if you visit these areas you will have the opportunity to find yourself. I deeply recommend you visit some of these areas, in this case the Pueblos Negros, they are not so far from Madrid, no more than one and a half hour, but you will not be disappointed.

If you want to know more about these areas, don’t hesitate to contact me, I can recommend you many different areas to visit.

Existe otra España, la que olvidamos tantas veces desde las grandes ciudades, la que queda escondida tras discusiones sobre temas políticos, rivalidades deportivas y la vida moderna que nos mete en una espiral de necesidades y no nos permite pararnos a contemplar que, no tan lejos de nosotros, hay otros problemas, que las España rural se desangra, que aún quedan muchas áreas sin cobertura móvil, sin accesos decentes por carretera, sin un colegio donde escolarizar los pocos niños que quedan o ya ni siquiera con niños, ni siquiera con personas que dar calor a hogares olvidados. Sí, existe otra España, la que poco a poco fueron abandonando nuestros abuelos, nuestros padres, y digo nuestros porque son de todos, en ocasiones por necesidad, en otras ocasiones, para nuestra sorpresa forzados a dejar sus tierras, sus recuerdos, sus pertenencias. Sí, es la realidad de una España a la que no queremos mirar, porque apenas representa nada, un puñado de votos perdidos en miles de hectáreas, kilómetros cuadrados demasiado fríos en invierno e insufribles en verano. Es la España que un puñado de soñadores, locos diría yo, se empeñan en mantener viva, incluso hacerla renacer.

Es la triste realidad de la otra España, la que nadie miramos, la que sólo visitamos para olvidar por un instante nuestras ajetreadas vidas, la que buscamos para recargar las pilas y volver a, como dijo Sabina, ese Madrid invivible pero insustituible. Existen pueblos como Umbralejo, recuperado hoy en día para educar a nuestros hijos, los hijos de todos, en lo que fueron los usos y costumbres de esa España que dio vida a nuestros abuelos, pero que se vio abocada a un abandono que sus vecinos no querían, pues fueron forzados a abandonar sus tierras, sus casas, pues allá por los 70 alguien decidió que había que repoblar y que ellos sobraban allí. Así nos lo contaba Antolín, uno de esos locos soñadores que apostó por la tierra de sus antepasados y decidió emprender, arriesgar, volver a Valverde de los Arroyos, hoy tan conocido por estar a los pies del Ocejón y por la belleza de sus calles.

Existe otra España, la que no tiene cobertura móvil, la que encierra un puñado de abuelos y de locos soñadores intentando mantener vivas tantas ilusiones. Desde aquí, os invito a que le deis una oportunidad y os acerquéis a conocerla.