Cómo hacer un resumen de un viaje así, como explicar en unas líneas lo vivido y, sobre todo, lo sentido. No puedo, llevo días intentando encontrar las palabras, pero se quedaron en aquel salto a 5895m sobre el techo, sintiéndome sobre la cima del mundo.

Fueron sólo diez días, fue un breve contacto con África y sus gentes, fue tan solo un pellizco de lo que esa tierra y esa gente nos pueden ofrecer, pero suficiente para decir sin ningún género de dudas que quiero más, que he de volver, que África me espera, que las montañas me esperan para darme su paz.

Recordar el cielo negro plagado de estrellas, recordar las risas y bailes con los porteadores, la mañana en la tienda habilitada como cocina, el lento caminar que nos fue acercando a la cumbre sin tener la sensación de ir subiendo. El ligero dolor de cabeza que inicialmente confundí con una mala postura durmiendo. El lujo de dejar tus cosas en la tienda y saber que un rato después llegarías al siguiente campo y todo estaría de nuevo en su sitio esperando por ti. El cambio de paisajes desde la zona húmeda, selvática; hasta llegar a la zona árida, desértica. Los ratos en la tienda comedor, charlando, observando o simplemente descansando.

Fueron muchas las sensaciones, fueron también muchas las dudas antes de empezar. Viajar en un grupo, alguien que se consideró independiente, el idioma, las diferentes culturas, etc.; demasiadas dudas, pero finalmente son muchos más los motivos que tengo para guardar en un rincón muy especial de mi memoria este viaje, muchos motivos para decir simplemente que fue increíble (amazing).

Sí, es cierto, no es posible resumir un viaje que te llena por dentro y por fuera, que te hace sentir feliz, que te hace olvidar todo lo mundano, que te hace sentir realmente bien. Hay quien dirá, eso es porque te encontraste bien, físicamente muy bien, quizás, no digo que no, pero es cierto que cuando sufres, y sé lo que es sufrir en el mundo deportivo, se valora mucho más lo que has alcanzado. Pero en mi caso, en este caso concreto, fue todo perfecto, ningún pero, ninguna cosa que mejorar o cambiar. Me quedo con aquel salto sobre uno de los techos del mundo que reflejan hasta qué punto me sentí feliz.

Si estás leyendo esto y te invade la duda de si dar el paso, si lanzarte al reto, no lo dudes, estoy seguro de que te dejará una huella inolvidable, que ese viaje te hará sentir realizado a tu manera. Anímate, da el paso y déjate volar hasta el cielo africano.